martes, 7 de octubre de 2008

El chupacabras le esta chupando a la seño

-Ay, joven, algo terrible pasa en esta casa.
-Cuéntenos señora, ¿Como empezó todo?
-Verá, hace algún tiempito la señora disque era con mareos y decaídas vea, nos emocionamos porque pensamos que capaz y ya se había quedado lo que es encinta, tanto que querían un bebito pena a veces me daba de los pobrecitos trataban y trataban pero no les salía. Uy pero después que se fueron donde el médico y que no. Tristes se pusieron pero ni para eso tuvieron tiempo cuando la señora empeoró. Anemia le decían que tenía, pero si come la doña si come, flaquita es nadie lo niega a mi me gustaria tener semejante figura pero sí comía sí comía... Y ya le mandaron que siga una dieta así bien controlada pero caso que se ponía bieeen, me muero, peor se ponía y que anguuuustia ay que bestia, entonces yo le di un gingsen coreano ni se que me decía que le de el señor, pero tampoco mejoraba...
-¿Estaba cada vez más enferma?
-Si bestia, cada vez peor se ponía, ¿Pero sabe que sí le hizo medio bien? la agüita de calaguala que le hice, milagrosa mismo es esa agüita vea, pero ni con eso la seño se curó
-¿Y saben que le pasa?
-Bien saben, bien saben, pero no quieren aceptar. Y ni yo creía en esos cucos joven hasta que vi con mis propios ojos vea estos que se han de comer los gusanos
-¿Al chupacabras?
-Ayyy ni mencione el nombre, que horror me muero si es de mala suerte decir.
-Bueno, ¿Y usted lo vio?
-Claro claro, que me destripo a mi gallina Josefina mismo. Ay me muero mi gallinita Josefina, que pena que me dio... siempre alado mío había estado la Josefina, hasta cuando iba a San Roque a vender de lo que crecía en la casa antes de tener este trabajito vea, ella entretenía a los niños bien cariñosa era súper pilas, y ponía huevos fresquitos ay ay ay. Cuando le vi, a la bestia, que le iba a destripar a mi Josefina, ya iba a salir, pero... no, dije, no vale... primero es la vida de uno ¿No cierto? Después con quién se quedaban mis guaguas, no no, pero poco me faltó joven cuando le vi indefensa a mi Josefina frente a esa bestia que le destripó.
-¿Y usted vio a la bestia?
-Siiii, viera que feooo, que horrible, me muero no dormí... hasta ahora me da miedo quedarme sola le digo a mi marido, "No ve Luchito yo me quedo acompañandote en la panadería pero yo no quiero estar sola en el cuarto" le se decir... ay no
-¿Como era?
-Hay tenía unos ojos de maldad como dicen, de puro odio, unas patas asi con pezuñas como de cabra, chivo, ni se qué, unos colmillotes como de drácula y cachos
-¿Cachos?
-Si, joven para que vea, tenía hasta cachos vea unos bien feos, ay no no se me salió el alma del cuerpo.... Pero sabe que me ha contado mi tía, que ha sido bueno frotarse la sangre de las víctimas del chupacabras así como repelente si queda, pero si a veces les deja secas todo se chupa bien feo, entonces con el mismo cadáver hay que frotarse. Yo le quise frotar a la seño pero ni me dejó el señor, el aún no cree en eso. Así que cogí yo bien abundante la sangre de mi Josefina y me froté así cual pomada abundante abundante, porque así dicen que el chupacabras ya te huele y no que chupa. Bien efectivo ha sido porque no se me ha vuelto a aparecer.
-¿Pero a la doña sí?
-Claro pues todas las noches disque le chupa más sangre, así en la cabeza tiene los dos huecos vea.
-¿Pero, y nadie le vigila en la noche?
-Claaro qu el vigilan joven, ni para menos pero nada es que encuentrar. Es que esa bestia dicen que es de otro mundo no se si sea fiera o extraterrestre de esos que saben mostrar en la tele... ay no, no... pero de alguna forma se las arregla para chuparle poco poco a la doña.
-¿Y no han pensado que tal vez el marido le está haciendo eso a propósito?
-Nooo, nunca vea si don Ramirito le ama a la señora si no vive... ha estado amargadísimo desde que pasa esto... uy pero si le entiendo, cuando se enfermó mi primer marido yo andaba con angustia sudandome por todo lado, nada aguantaba asícomo cuando una está en el período, así estaba todo el tiempo.... ni se diga peor que no tienen ellos hijos se queda solito don Ramiro
-¿Y creen que vaya a morir la señora?
-Ay Dios quiera que no joven. Ojala que no
-gracias por su tiempo señora
-De nada joven, andará con cuidado



Testimonio por doña Caterine del Auxilio